El poderío económico de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) es innegable. Estas dos regiones son las principales fuentes de ingresos de la economía argentina, contribuyendo con más de la mitad del Producto Bruto Interno (PBI). Según datos recientes, Buenos Aires y CABA generan juntas un porcentaje significativo del PBI nacional, una concentración de la economía que pone de manifiesto la importancia de estas áreas para el bienestar económico del país.

Esta centralización económica tiene implicaciones profundas para la economía argentina. Por un lado, significa que cualquier fluctuación en la economía de estas áreas puede tener un impacto significativo en la economía del país en su conjunto. Por otro lado, también destaca la necesidad de diversificar la economía argentina y fomentar el desarrollo económico en otras regiones del país. La diversificación económica puede ayudar a proteger a la economía argentina de los shocks económicos y a promover un crecimiento más equitativo en todo el país.